Dicho acuerdo alcanzado este viernes, en mi opinión, ineficaz y de dudosa legalidad, consiste en deportar a Turquía a todos los migrantes y refugiados, incluidos sirios, que no cumplan los requisitos para permanecer en territorio griego, a partir de hoy domingo, 20 de marzo. Así mismo, incluye que por cada expulsión, la UE realojará en su territorio a un refugiado sirio hasta cubrir un máximo de 72.000 personas. Si se supera esta cifra el plan se detendrá porque se entiende que no habrá funcionado.
El acuerdo recoge que el procedimiento "respetará plenamente" la legislación europea e internacional, hecho que resulta totalmente incompatible con el objetivo de devolver una vez examinadas las peticiones, al máximo número posible de refugiados e inmigrantes irregulares. Y, sobre todo, hacerlo por la vía acelerada. Para ello, Turquía y Grecia tendrán que adoptar las medidas necesarias para poner en práctica el acuerdo desde este mismo domingo para garantizar una aplicación rápida del plan que tendrá un coste aproximado de 300 millones, siendo costeado por la UE.
Además, Turquía se compromete a adoptar medidas necesarias para prevenir la apertura de nuevas rutas alternativas hacia Europa, obteniendo a cambio una "lista de proyectos" en menos de una semana y el desembolso inmediato de los 3.000 millones de euros que se aprobaron en noviembre. Del mismo modo, se aportarán otros 3.000 millones más, cuando ese dinero se agote. Además, se agilizarán las negociaciones para la supresión de visados para los turcos que quieran venir a Europa. En lo único en lo que Turquía no ha conseguido avanzar tanto como pretendía es en las negociaciones de adhesión a la UE.
Además, Turquía se compromete a adoptar medidas necesarias para prevenir la apertura de nuevas rutas alternativas hacia Europa, obteniendo a cambio una "lista de proyectos" en menos de una semana y el desembolso inmediato de los 3.000 millones de euros que se aprobaron en noviembre. Del mismo modo, se aportarán otros 3.000 millones más, cuando ese dinero se agote. Además, se agilizarán las negociaciones para la supresión de visados para los turcos que quieran venir a Europa. En lo único en lo que Turquía no ha conseguido avanzar tanto como pretendía es en las negociaciones de adhesión a la UE.
Así mismo, la UE también se compromete a apoyar a Turquía en su intención de crear zonas seguras dentro de Siria próximas a la frontera turca para que la población local y los refugiados puedan estar más seguros.
Resulta contradictorio como un continente que presume de solidario y civilizado, no solo no sabe gestionar sus crisis, sino que considera que lo mejor es hacerlo por la "vía rápida" y como no, a base de intereses y dinero de por medio, relegando en otros países como, en este caso, Turquía, un país que ya cuenta con millones de refugiados sobreviviendo en condiciones más que cuestionables y cuyos derechos no son respetados, una responsabilidad que le es propia como parte de sus obligaciones internacionales. También es necesario recordar que este acuerdo inmoral vulnera los Derechos Humanos, pues si mal no recuerdo el artículo 14 de la Declaración Universal de Derechos Humanos defiende el derecho de toda persona a buscar asilo, y a disfrutar de él en cualquier país, en caso de persecución.
¿O es que quizás estamos ante una Europa donde los derechos humanos ya no son una cuestión esencial?
En todo caso, lo que parece evidente es que este acuerdo supone un serio retraso en materia de derechos humanos. Y no solo eso, sino que todas estas personas están siendo usadas como moneda de cambio, reflejando así la falta de solidaridad y voluntad política europea, fruto tal vez del creciente nacionalismo.
Resulta contradictorio como un continente que presume de solidario y civilizado, no solo no sabe gestionar sus crisis, sino que considera que lo mejor es hacerlo por la "vía rápida" y como no, a base de intereses y dinero de por medio, relegando en otros países como, en este caso, Turquía, un país que ya cuenta con millones de refugiados sobreviviendo en condiciones más que cuestionables y cuyos derechos no son respetados, una responsabilidad que le es propia como parte de sus obligaciones internacionales. También es necesario recordar que este acuerdo inmoral vulnera los Derechos Humanos, pues si mal no recuerdo el artículo 14 de la Declaración Universal de Derechos Humanos defiende el derecho de toda persona a buscar asilo, y a disfrutar de él en cualquier país, en caso de persecución.
¿O es que quizás estamos ante una Europa donde los derechos humanos ya no son una cuestión esencial?
En todo caso, lo que parece evidente es que este acuerdo supone un serio retraso en materia de derechos humanos. Y no solo eso, sino que todas estas personas están siendo usadas como moneda de cambio, reflejando así la falta de solidaridad y voluntad política europea, fruto tal vez del creciente nacionalismo.