Sin gluten

Esta semana voy a dedicar estas líneas a escribiros sobre la enfermedad celíaca, que tal y como expone la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) consiste en “la intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena”, caracterizada por una incorrecta absorción de nutrientes producto de una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado.

Se estima que el número de celíacos aumenta cada año un 15% en España, llegando a representar ya el 1% de la población, los cuales necesitan acceder a alimentos sin gluten para no poner en riesgo su salud.

Dicho esto, me pregunto ¿Por qué estos alimentos tienen un coste superior al del resto de alimentos si estamos hablando de una cuestión esencial como es su salud? o lo que es peor, ¿Por qué hay familias con algún celíaco que no pueden costearse estos productos y no se plantean soluciones al respecto?

Al problema de los precios, hay que añadir además la dificultad de encontrar productos y menús aptos para una persona celíaca, aunque esta dificultad viene siendo cada vez menor debido a que la sensibilización es cada vez mayor y que gracias a la información poco a poco se van incorporando nuevos productos al mercado.

Si bien es cierto que la solución al problema de los precios, así como a la dificultad para adquirir productos sin gluten no está directamente en nuestras manos. Lo que podemos hacer es colaborar para, indirectamente, llegar a una solución, concienciando sobre la existencia de esta enfermedad, otro de tantos colectivos olvidados, así como de las necesidades que requieren este tipo de personas, pues como os mencionaba en el párrafo anterior gracias a la sensibilización social podemos llegar a conseguir grandes resultados.

Aquí os dejo una noticia que ha salido recientemente sobre este tema:

HOY.es